Compartimos otra nota de Walter publicada en El Timón en Noviembre 2002.
PONER A LA PROA LA SOLIDARIDAD
Mirando el puerto de Montevideo vemos en sus muelles una gran cantidad de buques pesqueros que han quedado abandonados por sus empresarios después de hablerles sacado bastante «jugo».
(…)
«Cuando los barcos están el muelle, los pescadores están en los boliches», dice un refrán que recorre los muelles de España y Francia, y tal vez de algún otro país.
(…) Y está bien que después de largas jornadas de pesca se pueda disfrutar lejos del ruido de los motores, de los vientos fuertes, del frío, etc. Sin embargo, no todo es tan así porque muchos barcos del muelle están abandonados y, en consecuencia, son muchos los marinos desocupados. Estos compañeros no están en los boliches disfrutando de nada, sólo comparten el duro trajinar de los muelles en busca del empleo que alguna vez tuvieron y fue sustento de sus familias. Pero sólo algunos pocos serán los «elegidos», sólo unos pocos tendrán el «privilegio» de salir a la mar.
Como trabajadores organizados no estamos de acuerdo con la explotación de trabajadores peruanos en nuestro país que son embarcados por sueldos miserables y sin ninguna protección laboral en buques con bandera extranjera que desembarcan en nuestro puerto. Pero no sólo estos hermanos latinoamericanos son víctimas de abusos, también nuestros mismísimos compañeros atraviesan estas situaciones. Muchos son embarcados en islas donde buques con nuestro pabellón piratean en otros mares.
En pocas palabras: pocos barcos y muchos marinos desocupados.
Este entorno de la pesca no escapa a la situación general por la que atraviesa el conjunto del pueblo uruguayo. Nuestra gente está mal, muy mal, y nos hemos acostumbrado a vivir mal (…) .
Algo muy malo hemos aprendido los uruguayos: vivir y convivir con lo injusto, con la desigualdad, con la explotación, etc. (…)
Hemos perdido el sentir de ser solidarios entre nosotros, aunque no sea culpa de quienes trabajan la crisis que padecemos. Sin embargo se le ha hecho fácil el camino al Gobierno para enfrentarnos y entonces los pobres roban a los pobres, los que tienen un poco se cuidan de los que no tienen nada con rejas y seguridad institucionalizada.
Pero podemos cambiarle la cara a este país, podemos ahora. Siendo solidarios, compartiendo en lugar de proteger, y poretegiéndonos entre todos de quienes realmente nos atacan. Saliendo a la calle, hablando con el vecino, haciendo y escuchando.
Amigos de «El Timón» este es el Uruguay de hoy, así que habrá que hacer mucho entre todos porque con el «vamo arriba» y «La garra charrúa» no arreglamos nada (…)